YOGA Y ESTRÉS 


1. Introducción. 

2. Breves conceptos sobre el estrés.

3. ¿Cómo puede ayudarnos el yoga?

4. Conclusión.


INTRODUCCIÓN

A través de numerosos trabajos científicos, se ha concluido que el estrés no es una característica exclusivamente humana.

La vida de todas las especies está condicionada por el ambiente y las exigencias a las que se expone.

Pero es el hombre y sobre todo el hombre actual; quien debe soportar niveles progresivos de complejidad y tensión en su vida cotidiana. Los estímulos que le llegan son interpretados como amenazantes, pero no puede elaborar la respuesta instintiva e innata de lucha o huida.

Además, su ascenso vertiginoso en la escala evolutiva a partir de la capacidad de razonar le dio al hombre los dos elementos más perturbadores: la posibilidad de recordar lo pasado y la conciencia del porvenir.

Entonces el yo real que es atemporal, pero sólo puede manifestarse en el aquí y ahora, es decir, en el presente; se dispersa y queda atrapado entre los recuerdos (buenos o malos) de un pasado que no existe porque nunca va a volver, las urgencias de un presente que cada vez es más demandante y exigente y los temores y expectativas por un futuro que tampoco existe  y que sólo podrá vivir cuando se convierta en presente.

Por lo tanto podemos decir que la razón le abrió al hombre civilizado las puertas infinitas del conocimiento y le cerró la pequeña puerta de la sabiduría.

¿Qué sabiduría?

La única pertinente para los seres vivos. La sabiduría para saber vivir.

 En los Upanishads, un libro tradicional de la India se habla de que una persona entró a un cuarto oscuro y se horrorizó al ver una cobra que la amenazaba. Después que encendió una vela comprobó, con tremenda sorpresa, que la temible cobra era tan solo una soga enrollada en el suelo.

Nuestras reacciones ante los acontecimientos que nos agobian, muchas veces distorsionados por una percepción errónea de nuestra mente, tienen el real poder  de afectarnos.

Sufrimos diversas emociones y reaccionamos con nuestro cuerpo, con los nervios, las glándulas y las vísceras.

Muchas veces la inofensiva soga, se convierte en peligrosa cobra. 


BREVES CONCEPTOS SOBRE EL ESTRÉS

¿Qué es el estrés?

El concepto de estrés se asocia a una respuesta que se produce en la persona y que involucra diversas dimensiones de la misma.

De esta forma involucra aspectos biológicos, físicos y psicológicos de la persona y también aspectos sociales en la interacción con otras personas.

Se trata de una respuesta de la persona ante un esfuerzo que es sentido por ésta como algo que desborda sus capacidades, y que amenaza su bienestar físico, psicológico y social.

La persona responde con todo de sí, siendo particularmente notable la respuesta del organismo, el cual se prepara fisiológica y psicológicamente para hacer frente a tal esfuerzo. 

Se cree que evolutivamente es una herencia primitiva que compartimos con los animales en general, y que responde al llamado "instinto de lucha o huida".

Esto significa que ante la percepción de un peligro inminente que amenaza la integridad física, el organismo todo responde de manera de prepararse para la huida o la lucha.

De esta forma se activan respuestas automáticas del sistema nervioso autónomo que activan los recursos físicos del organismo para la defensa o el escape de dicho peligro.

Se asocia a esto un estado emocional que llamamos "ansiedad" y que puede derivar en angustia.


Estas respuestas que dependen del sistema nervioso autónomo o neurovegetativo comprenden la aceleración del pulso cardíaco, el aumento de la presión arterial, la vasoconstricción de los vasos sanguíneos, la inhibición de la función digestiva y excretora, el aumento de azúcar en la sangre y la activación del sistema hormonal del organismo.

Esta alteración tiene como función permitirle usar al organismo los máximos recursos para la lucha o la huida ante un eventual peligro.

Estos peligros originariamente eran del tipo físico, como huir de un animal peligroso, o de alguna catástrofe natural o simplemente el enfrentamiento con otra persona atacante, esto quiere decir que era una respuesta adaptada correctamente al peligro.

Actualmente las condiciones de vida han cambiado.

Ya no hay casi animales peligrosos que acechen la integridad de un individuo, sino un ritmo de vida intenso y vertiginoso que llevan a la persona a sentir este peligro más a nivel psicológico que físico (por ejemplo miedo a perder el empleo, sobreexigencia en el trabajo, competitividad excesiva, abusos de poder, etc.) .

Sin embargo la respuesta del organismo sigue siendo la vieja respuesta evolutiva de luchar o huir, pero que ahora está totalmente desadaptada.

Esta respuesta, sostenida en el tiempo, lleva a un desequilibrio psico-fisiológico que concluye casi siempre con la alteración de la armonía general del cuerpo y de la mente. 

Así es como, algunas veces, es posible que  aparezcan enfermedades de origen psicosomático que pueden llegar a ser muy graves.

Entre ellas las más comunes son las gastritis (que pueden terminar en los casos más graves en úlceras), el asma, los ataques de pánico (cada vez más habituales en todo el mundo civilizado), fobias, irritación de carácter, las enfermedades de la piel como la psoriasis y otras de este tipo, las contracturas musculares, los problemas de columna, alteraciones del carácter , nerviosismo, constipación, impotencia sexual, etc.

También puede derivar en estrategias muy nocivas para enfrentar situaciones, como ser: hábitos de fumar, tomar alcohol o comer en exceso y de forma compulsiva. Y porqué no, también en diversas adicciones (drogas, juegos, televisión, internet, trabajo, etc.)

En el plano bioquímico y endocrino, el estrés prolongado en el tiempo, se acompaña de importantes alteraciones  que activan al organismo por encima de sus recursos adaptativos a un alto costo energético.


¿CÓMO PUEDE AYUDARNOS EL YOGA?

De las innumerables técnicas que a lo largo de la historia ha ideado el ser humano para ejercitar su cuerpo, ninguna es de tan alta eficacia para favorecer  la tranquilización general (además de los otros muchos beneficios que produce) como el Hatha-yoga. Sus extraordinarios resultados se basan en la combinación de algunas de las diversas técnicas psicofísicas propias del yoga. 

ASANAS:

Son posturas cómodamente mantenidas y allí radica la gran diferencia entre los ejercicios de yoga y otros sistemas de  ejercicio físico.

En efecto la inmovilidad del cuerpo en una posición determinada actúa sobre las terminaciones nerviosas relacionadas con cierto órgano o grupo de órganos, produce profundos cambios  de la circulación tanto sanguínea como linfática, estimula glándulas favoreciendo o inhibiendo las secreciones internas y la respiración se impone a la conciencia.

Cuanto más prolongada sea la inmovilidad, más intensa y duradera será la acción.

Las asanas al  controlar de una u otra manera la actividad neuromuscular, pacifican al sistema  emocional, sedan al sistema nervioso, unifican la conciencia e inducen la relajación profunda.

Las asanas promueven el bienestar físico y mental y tras su ejecución, la persona se encuentra suelta, serena y muy gratificada.

Facilitan la reconciliación con uno mismo, previniendo la ansiedad y el estrés.

PRANAYAMAS:

Son técnicas de control respiratorio para lograr el dominio o regulación de nuestro prana. (Prana: energía vital que se encuentra en todas las cosas, animadas e inanimadas, pero que se manifiesta con abundancia en el aire que respiramos).

La práctica constante de estas técnicas van facilitando la toma de conciencia del sistema involuntario hasta lograr el control consciente del comportamiento emocional.

Del mismo modo que cada estado anímico condiciona una manera de respirar, la respiración controlada y consciente condiciona estados anímicos positivos de tranquilización y serenidad.

En definitiva, el control de la respiración disuelve las tensiones emocionales, relaja la mente e incrementa la fuerza de voluntad, la concentración y el autocontrol.

RELAJACIÓN:

Es el antídoto más directo del nerviosismo y de la tensión.

Además, sin relajación no hay verdadero yoga, no hay paz, ni dicha, ni siquiera salud.

La relajación profunda es un estado de casi completa quietud, la actividad externa prácticamente desaparece y la interna (vegetativa) se limita al mínimo, y la propia actividad mental se reduce hasta lograr un estado de placidez que transporta y reconforta.

Este estado de hipotonía integral constituye un punto de partida, no una meta final, porque la relajación psíquica es su coronamiento.

Las emociones perturbadoras y la tensión física y mental desaparecen, el cuerpo entero es revitalizado y aumenta  la capacidad de resistencia del organismo.

Descansa la mente y ayuda a combatir la ansiedad, el estrés y la angustia.

MEDITACIÓN:

Es un entrenamiento mental mediante el cual superamos las negatividades, obstrucciones y aflicciones de la mente, clarificamos su visión, aprendemos a controlar los impulsos negativos y ampliamos la comprensión y el autoconocimiento.

Conocernos a nosotros mismos constituye la mejor manera de aprender, porque de esta manera podemos transformar nuestros miedos y limitaciones y así liberar nuestras energías curativas tanto físicas como espirituales. 


CONCLUSIÓN

Por todo lo expuesto podemos afirmar que el Yoga es una herramienta muy importante para tratar los problemas de estrés y  ansiedad generalizada.

Y si bien su objetivo es alcanzar un estado interior de paz y armonía profunda, no deja de ser utilizable para fines terapéuticos puntuales.

Pero, entiéndase bien esto, el Yoga, complementa perfectamente, pero no reemplaza de ninguna manera al tratamiento médico o psicológico, si este fuera necesario.

A veces la explicación psicológica o fisiológica de su efectividad  puede resultar no aparente, pero lo importante y real es que funciona.

Sea como sea, las personas que comienzan en la práctica de Yoga, se llevan siempre mucho más de lo que esperaban inicialmente.


Gracias al Yoga el hombre civilizado puede volver a encontrar la alegría de vivir.

El Yoga proporciona salud y serenidad afectando enérgicamente al sistema nervioso y al sistema endocrino, revitalizando los órganos, devolviendo la flexibilidad a la columna vertebral y a todas las articulaciones y estimulando a todos los tejidos en general.

Aunque simples, los métodos y preceptos del Yoga son racionales y científicos.

Pero no es hablando de Yoga, o leyendo sobre Yoga, o pensando en el Yoga como vamos a lograr los efectos deseados.

Sólo la práctica constante y paciente nos va a permitir volver a encontrar el sendero perdido.

El camino es largo, arduo y difícil pero no penoso, porque a lo lejos, siempre, se vislumbra la luz.

Como dijo el Swami Sivananda “Un gramo de práctica vale más que toneladas de teoría”.

VICENTE A. SCUDERI


Bibliografía y otras fuentes:

  • Estrés, abordaje terapéutico (Artículo de Internet) Pablo A. Soria, Patricia Población

  • Ante la ansiedad. Ramiro A. Calle. Ediciones Urano. 1998

  • Aprendo Yoga. Andre Van Lysebeth. Editorial Pomaire. 1975

  • Mi Sesión de Yoga. Andre Van Lysebeth. Editorial Pomaire. 1977

  • Autoperfección con Hatha-Yoga. Hermógenes. Editorial Rueda. 1974

  • Yoga para los nerviosos. Hermógenes. Editorial Kier. 1984

  • Manual de Antiestrés. Paul Wilson. Plaza y Janes. 1997

  • Meditación. Brian Weiss. Editorial Bergara. 2002

  • Yoga para la Salud. Ananda Marga Publications

  • Más despacio. Richard Carlson, Joseph Bailey. Editorial Grijalbo. 1997

  • Yoga para todos. Indra Devi. Editorial Diana. 1971          


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